martes, 27 de octubre de 2015

La última Navidad

Este niño se llama Evan Leversage y esta disfrutando de la que seguramente sea su última navidad. Lamentablemente, los médicos han informado que el cáncer cerebral contra el que lleva tiempo luchando se ha hecho muy grande y era muy probable que al pequeño no le quedase mucho tiempo.
La idea de los vecinos del pueblo de Evan es maravillosa; han decidido adelantar la Navidad dos meses, para que el pequeño Evan disfrute por última vez de Papa Noel, las luces, los regalos y también para que ellos puedan disfrutar de esa sonrisa hasta el final.
Siempre se puede hacer algo, aunque ya quede poco tiempo, este siempre es suficiente para hacer a una persona sonreír.

lunes, 19 de octubre de 2015

Hoy también somos rosa.

Este blog está destinado a esos pequeños heroes que luchan día a día contra la enfermedad, pero dedicándonos a lo que nos dedicamos y siendo lo que somos: enfermeras; no podemos dejar de lado el día de hoy, el día mundial contra el cáncer de mama.
Ellas también son heroínas. Desde aquí mandar el más sincero apoyo, animo y fuerza a todas aquellas valientes que están luchando contra este monstruo, para las que le han vencido y orgullosas están de ello y recordar a todas aquellas que no lo lograron vencer.
Todos juntos debemos ayudar a derrotar a este bicho, no solo hoy, sino día a día, apoyando a todas esas mujeres, dándolas animo para que no decaigan en su batalla, sacándolas siempre una sonrisa.
Conciencemonos de que un día nos puede tocar a nosotras y por eso nunca podemos bajar la guardia. "Tócate para que no te toque", efectivamente si lo detectamos a tiempo tenemos medio camino andado y es algo sencillo que para nada será perder el tiempo sino, al contrario, ganarlo.
Tócate para que no te toque

Ánimo y fuerza para todas, el cáncer de mama, se puede vencer.
"Que el cáncer de mama, no se convierta en el de mamá"

sábado, 17 de octubre de 2015

Solidaridad en estado puro

El otro día encontré en Internet dos noticias que me parecieron sorprendentes y creí conveniente compartirlas. ¿Se os ha ocurrido alguna vez ir a la peluquería con otro fin que no sea poneros guap@s? ¿Os habéis planteado que vuestro pelo puede hacer feliz a otras personas? Seguramente la respuesta es no, no os engañéis, nunca os habéis planteado donar vuestro pelo. Día a día vemos en la televisión, en las revistas, incluso en nuestra propia vida personas que sufren porque están enfermas y puede que nos duela verlo en ocasiones, pero ¿nos preguntamos que podemos hacer nosotros para mejorar sus situaciones?. No, la mayoría de las veces solo nos lastimamos por la suerte que han corrido y nos limitamos a decir que si nos necesitan no duden que estamos ahí.

Es increíble que unos niños sean los que realmente vean esta posibilidad de mejorar las vidas de los demás con pequeñas cosas que son insignificantes en nuestras vidas. ¿Cómo decide una niña de 3 años cortarse el pelo para dárselo a otros niños? Dicen que los niños a esa edad aun no han desarrollado el sentimiento de empatía, pero ¿no es acaso este hecho muestra de ello?. Algo parecido hizo un niño de 7 años que decidió raparse la cabeza para que su amigo que tenia cáncer no se sintiese tan diferente.

Quizá,pensamos que eso son cosas de niños y puede que sea así. No creo que nosotros hagamos sentirse mejor a un enfermo de cáncer por raparnos la cabeza, pero quizá sea un buen ejemplo, para pensar que cosas si que podemos hacer para que se sientan mejor. Cuando se trata de niños puede que sea más fácil, su inocencia hace que el más mínimo detalle se convierta en la mejor sonrisa del día y lo iremos viendo...

Os dejo aquí un fragmento de las dos noticias:
Un niño de siete años se rapa el pelo para apoyar a su mejor amigo, enfermo de leucemia
Desde que Vincent se enteró que su amigo tenía Leucemia, se puso a investigar en qué consistía esta enfermedad y cuando se enteró de lo costoso del tratamiento se puso a buscar la manera para ganar dinero para él. Vendió 20 bufandas a 5$ cada una y recaudó 200$ que le dio a su amigo Zac para su tratamiento.
Cuando le preguntan a Vincent que por qué se ha rapado el pelo dice "Para que Zac no se sienta que es el único sin pelo". Además cuando le preguntan qué es la amistad, él responde que la amistad simplemente es algo bonito.

Una niña de tres años dona su pelo para ayudar a los niños con cáncer
Emily James, una niña canadiense de tres años, ha querido donar su pelo para que pueda ser utilizado para la fabricación de pelucas para los niños con cáncer. La pequeña decidió que su tío, propietario de una conocida peluquería de Canadá, le cortase su melena a ella y a su muñeca, después de que sus padres le mostraran unas fotografías de unos niños con cáncer, en los que aparecían sin pelo.
"No quiero que ningún niño esté triste por no tener pelo, por eso quiero darles mi pelo" asegura la pequeña Emily. En el vídeo ella misma explica además la percepción que tiene sobre la enfermedad "A veces los niños se enferman y el pelo se cae. Eso es muy, muy triste".
A pesar de que los padres de Emily le explicaron que deberían cortárselo muy corto y que tardaría bastante tiempo en crecerle para tenerlo igual, la niña no cambió su decisión. "Quiero darles mi pelo, porque tengo más" le contestó Emily a sus padres.
Un vídeo que es todo un ejemplo:

lunes, 12 de octubre de 2015

Día del niño hospitalizado.

Sacar una sonrisa a un niño es fácil, basta con un cuento, un juego, un baile...Lo tenemos fácil y tenemos que hacerlo.

domingo, 11 de octubre de 2015

Mejorar el dolor en los niños oncológicos

La depresión en niños con cáncer

Depresion en Niños y Niñas Con Cáncer

Romperse con el primer llanto

Todos hemos oído alguna vez el llanto de un niño, yo también, pero ninguno como el que escuché mi primer día de prácticas en el hospital. Cuando me enteré de que el servicio que me había tocado era pediatría las sensaciones y emociones se empezaron a agolpar y el primer día los nervios comenzaron a aflorar. El servicio me encantaba, pero creía que me iba costar mucho contener las lagrimas en algunas situaciones.
Eso fue exactamente lo que me pasó con ese primer llanto que escuché al subir a la planta. Es duró ver como un niño llora porque le están haciendo daño y escuchar salir de su boquita frases como "miedo mamá, tengo miedo" o "socorro, me duele mucho, socorro". Además el dolor del niño se reflejaba en su madre, que como muchas otras que pude ver en lo que estuve allí, no soportaban ver a sus niños así, sufriendo de esa forma y tenían que salir.
Situaciones como esa, se sucedieron durante todas las prácticas y es mentira que con el tiempo deje de doler. Las enfermeras no se insensibilizan con el dolor de los niños, por muchos que hubiesen pasado por sus manos. 
Cada niño y cada situación es un mundo, pero el que más y el que menos te pellizca un poquito el corazón y puede que te haga ver la vida de otra manera y ser más humana.
Aprendí sobre todo, que una enfermera en pediatría no solo tiene que ser eso, una simple enfermera, sino mucho más. Tiene que tener siempre una palabra de aliento para esas madres que sufren, una sonrisa y paciencia para poder escucharlas siempre que pueda. Para los niños voces suaves y tranquilizadoras y gestos que les hagan perder el mido y sentirse seguros. La enfermedad es dura pero hay que hacerla para ellos lo más pasajero que se pueda, con besos, abrazos y sonrisas.

martes, 6 de octubre de 2015

Nuestro primer cuento

Los niños son alegría, ilusión, magia, verdad y no importa donde estén porque siguen siendo eso, niños. La planta de pediatría de un hospital es especial. Ahí también hay dolor, sufrimiento, muchos llantos, pero la diferencia es que también hay sonrisas, magia, juegos...y eso es fundamental para que los niños sigan siendo simplemente niños.
Eso es lo que queremos ir poco a poco contando, como viven los niños en un hospital, los que apenas están un día y también para los que el hospital es su segunda casa. Para muchos las cuatro paredes de su habitación es su vida durante un tiempo y tenemos que hacer de ellas un sitio donde poder soñar. Que hay mas bonito que soñar y los niños lo hacen hasta despiertos. Eso hay que aprovecharlo, para evitar que dejen de sonreír.
Estos niños son muy valientes y nosotros aprendemos muchísimo de ellos. Nos enseñan a ver la vida de otra manera, como un cuento, pos supuesto con final feliz.
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